que todos empuñemos el corazón
sin miedo de que no resista
porque un corazón tan grande como el nuestro
resiste la más crueles torturas
y nada aplaca su amor devastador
y de latido en latido
va creciendo,
más fuerte,
más fuerte,
más fuerte,
ensordeciendo al enemigo
que lo oye brotar de todas las paredes,
lo ve brillar en todas las miradas
lo va viendo acercarse
con el empuje de una marea gigante
en cada mañana en que el pueblo se levanta
a trabajar en tierras que no le pertenecen,