Y no le molaban estas cosas. Aunque terminó siendo la primera de clase junto con su amiga Élisabeth Lacoin (posiblemente la mejor amiga que tuvo), no estaba nada contenta con la educación recibida. Y va la niña y dice que es atea ¡Atea! Nuestra Simone. Menudo disgustazo los padres. Y no solo eso ¡les dijo a sus padres que la religión era una forma de subyugar al ser humano!