Traficantes de heroína, perdón, señores trabajando para la propaganda de Erdogan en Bélgica, que tiene una fuerte comunidad bien integrada. Alquilo grandes salas para lavar el cerebro de turcos en gran mayoría moderados. Su esposa cuando aparece, lleva el riguroso velo religioso. La utiliza igual que los antiguos presidentes derechistas de Mexico, solo para sacar la buena foto en el buen momento.